jueves, septiembre 28, 2006

¿Por qué no venden más?

El director de una importante sucursal bancaria se preguntaba:
"¿por qué no venden más?. El banco está abierto casi todo el día, y mi gente debería estar vendiendo más productos y servicios a nuestros clientes, pero no es así."

Algo parecido se preguntan, de una forma u otra, muchos empresarios, abrumados por la presión de hacer crecer sus negocios. El crecimiento de la empresa ha estado asociado, tradicionalmente, al incremento de ventas, porque hasta la fecha, las empresas no han encontrado otro medio de incrementar sus ingresos. Tras el fracaso de numerosas estrategias comerciales, los ejecutivos culpan a sus empleados de no vender sus productos con más entusiasmo a los clientes.
La respuesta a la pregunta "por qué no venden más" va más allá de las habilidades comerciales. No se resuelve con cursos o seminarios sobre ventas o motivación a los empleados.
El verdadero problema es la pérdida de la fe en los productos o servicios que los empleados representan y venden.

En los últimos cinco años se ha erosionado la relación empleado/compañía. Las empresas se centraron en los programas de eficiencia interna, a costa de los empleados y de la calidad de los productos y servicios ofrecidos. Como consecuencia de esto, los empleados fueron reduciendo su compromiso y su identificación con la empresa, a la vez que eran testigos de la devaluación de los productos y servicios de la empresa para la que trabajan. Adicionalmente, las compañías redujeron el número de empleados, y por tanto, su capacidad de entregar productos o servicios de forma satisfactoria para los clientes.
Como consecuencia de este proceso, los empleados perdieron la fe en los productos que representan.

"Estoy negociando un contrato de medio millón de euros"- afirmaba un empleado de una importante empresa de software - "Sé que el producto no funcionará en el site del cliente, pero aún así, sigo intentando cerrar el trato. No le he dicho la verdad al cliente, y tengo un verdadero conflicto entre mis valores personales y las exigencias de la empresa. Mi único consuelo es que voy a dejar la empresa y no tendré que enfrentarme al cliente cuando el producto falle".

La mayoría de los empleados no puede abandonar la empresa, así que se autoimponen una restricción y sólo venden los productos en los que creen totalmente, o que no tienen más remedio que vender. También ofrecen descuentos desmesurados como compensación a la decepción que, piensan, sufrirán sus clientes.

Estas son las principales razones por las que los empleados son reticentes a vender más:
- Temor a ofender o perder un cliente
- Sensación de que los clientes saben lo que realmente necesitan
- Sensación de que las ventas son sólo para gente agresiva
- Desconocimiento de cómo conducir una venta
- Sensación de que la venta obliga al cliente a comprar algo contra su voluntad
- Poca convicción en el valor de sus productos
- Poca convicción en que el producto funcionará
- Poca convicción en el compromiso de la compañía con sus clientes

Los empleados se dejan llevar por un "temor al liderazgo" y creen que sus competidores son mejores. Temen que el producto sea caro. Temen ofender al cliente.
Estos temores son fruto de su falta de creencia en las capacidades de sus productos, y en el compromiso de su empresa con los clientes.
Las empresas deben afrontar este problema. No basta ordenar a los vendedores que vendan más, es necesario devolverles la confianza. Los vendedores se implican personalmente en el proceso de venta, porque ponen en juego su credibilidad, y necesitan estar convencidos de que hacen lo correcto.

Los programas de reducción de costes en las empresas han dado como resultado una reducción de la confianza de los empleados. La empresa necesita venderse ante los empleados, para que éstos puedan a su vez, vender a los clientes. Después de todo, ¿cómo espera convencer a los clientes, si no puede convencer a sus propios empleados?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente Articulo.

Hernan Seivane
TACTICA - Soft de CRM
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Anónimo dijo...

Totalmente cierto... muchas veces me habia hecho esta pregunta y ahora tengo una herramienta para seguir adelante.

Anónimo dijo...

¿Hace diferencia el CRM en una PYME?

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Veamos el caso típico de un integrante del staff de ventas, ante la llamada de un cliente que desea mayor asesoría respecto a un producto específico, en una empresa sin CRM:


El vendedor Juan sabe que la semana anterior atendió vía telefónica al señor Pérez, y que el lunes dejó un mensaje con su secretaria, pero en este momento no está seguro de cuál era el producto que el señor Pérez prefería.


Después de pedir a un compañero, o a la secretaria del departamento, que le "haga tiempo" con el señor Pérez, mientras encuentra el dato; Juan empieza a buscar en una hoja de cálculo, donde acostumbra "llevar todo", pero su búsqueda es infructuosa. Entonces recuerda que lo escribió en un papel, y que lo resaltó con un asterisco muy grande. El papel tiene que estar en la primera gaveta, donde Juan tiene "todo lo pendiente" pero, por la presión de tener al señor Pérez en la línea, no le es tan fácil dar con el papel.


Finalmente, Juan decide contestarle al señor Pérez para que no tenga que esperar más y, después de la disculpa correspondiente, empieza a interactuar con él, con el propósito de cerrar la venta de un producto... que no recuerda.


Al día siguiente, el jefe de Juan le pregunta cómo va la gestión con el señor Pérez, que habían comentado la semana anterior, y Juan le dice que precisamente ayer habló con él; que es muy probable que en el transcurso de la semana se cierre la venta.


Sin embargo, lo que Juan no sabe es que el señor Pérez, después de hablar con él, llamó a otra empresa que también había contactado la semana anterior.


La atención recibida por el señor Pérez, en esta otra empresa, fue la siguiente:


Al pasarle la llamada, la secretaria de ventas le hizo saber a la vendedora Sonia que el señor Pérez estaba en la línea.


Inmediatamente, Sonia digitó "Pérez" en el área de "búsqueda" en su sistema CRM, teniendo acceso a todo el historial de la cuenta del señor Pérez.


Se dio cuenta de que, después de que hablara con ella, su compañero Marlon también lo atendió, y que el señor Pérez estaba a punto de decidirse por el producto "Y".


Sonia saluda al señor Pérez y le hace énfasis en 3 características que, para la información del producto "Y", Manuel de proveeduría digitó en el sistema CRM.


El señor Pérez aprecia ser atendido de esta manera y está listo para tomar una decisión.


Historias como estas se repiten todos los días en nuestras empresas. Usted y su equipo de jefaturas son el equipo idóneo para llevar a cabo este proceso de adaptación en su empresa.

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